LOS 9 AÑOS DEL ‘PAISA’ EN MIRAFLORES
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► LA
VENEZUELA QUE «NO SE ARREGLÓ»: EL COLAPSO DE LA INDUSTRIA NACIONAL
►A
9 AÑOS DE LA 1era “ELECCIÓN”, LAS HAZAÑAS DE MADURO
► VENEZUELA
«SE ARREGLÓ» EN ‘LAS MERCEDES’, PERO 70% NO PUEDE COMER CARNE
► INTENSIFICAR
LAS SANCIONES - MHO
Presidente Andrés Pastrana: “Yo le digo a mi paisano el presidente Maduro le digo que se equivocó de presidente”, así respondió en Conclusiones el expresidente colombiano Andrés Pastrana a las acusaciones de Nicolás Maduro sobre sus vínculos con el narcotráfico.
Intensificar las sanciones
Miguel
Henrique Otero - En líneas muy gruesas, las sanciones son un recurso que
países democráticos ―como Canadá o Estados Unidos― o entidades multilaterales
―como la Unión Europea― ejercen en contra de personas, empresas o en contra de
regímenes que actúan fuera del marco de la ley.
Hay que hacer una distinción: las sanciones
no alcanzan el nivel del embargo comercial, que es mucho más severo, y que se
reconoce como la prohibición general de un país de comerciar con otro. En
cualquier caso, las sanciones son siempre peculiares: sus motivaciones,
características, implantación y duración dependen de las realidades a las que
se oponen.
Lo primordial es que las sanciones son, más
allá de lo económico, una herramienta política, un mecanismo de presión o de
castigo. Las que se han aprobado, referidas a Venezuela, son una respuesta a
tres grupos de hechos, que nadie debería olvidar en este momento:
Uno:
corrupción masiva,
generalizada e impune, que ha conducido a Venezuela a un estado de pobreza y a
unas realidades de empobrecimiento cada vez más extendidas y causantes de
enfermedades, muerte y de un brutal deterioro de la calidad de vida. Esto es
clave: las exportaciones petroleras venezolanas son el núcleo del
enriquecimiento ilícito, la fuente mayor de la que viven los enchufados y los
capitostes del régimen, civiles y militares.
En segundo lugar, las sanciones van dirigidas
a contrarrestar a una estructura criminal, que se ha apropiado del Estado
venezolano y sus ramificaciones militares y policiales.
Esa estructura ha sido definida, creada y
ajustada para poner en práctica una política de violación de los derechos
humanos en Venezuela.
Y ha matado y torturado; ha creado una
industria de presos políticos, que sigue operando en Venezuela. Ha implantado
sistemas de persecución en contra de la sociedad, contra todo aquel que
proteste, reclame sus derechos o simplemente se resista a tolerar los abusos
que se cometen en su contra. No puede obviarse: las sanciones van dirigidas al
régimen que tortura, mata en cárceles y mata en las calles, silencia, censura,
amenaza y extorsiona. Van contra el régimen que asedia el libre ejercicio del
periodismo y el derecho a la información.
Lo
siguiente, el tercer punto en esta relación, es que las sanciones tienen el
propósito de castigar la destrucción masiva de las instituciones, los servicios
públicos, la infraestructura nacional. ¿O es que es posible negar que el
funcionamiento del sistema de salud, del servicio eléctrico, de la distribución
de agua potable, del mantenimiento y creación de nuevas infraestructuras, del
sistema educativo, del sistema de identificación y extranjería, de resguardo y
seguridad de la ciudadanía está en niveles de precariedad y negligencia
impensables?
La tragedia venezolana, en sus múltiples
facetas, es responsabilidad exclusiva del régimen: esto puede demostrarse con
hechos, documentos, testimonios y estadísticas. De esto trata la vida real de
la inmensa mayoría de los venezolanos: de una vida cada vez más difícil, cada
vez más menesterosa, cada vez con menores expectativas de futuro. De eso,
justamente, y no de otra cosa, trata la emigración forzosa y masiva que ha
llevado a casi 7 millones de compatriotas a vivir fuera del territorio.
Eliminar las sanciones no tendría otro
resultado que hacer más poderoso al régimen armado y feroz que aplasta a la
sociedad venezolana. Eliminar las sanciones equivaldría a engordar los canales
por los cuales la corrupción se apropia de las riquezas y los bienes de los
venezolanos. Eliminar las sanciones supondría establecer, sin contrapesos, una
situación de absoluta impunidad que ya no podría revertirse, dentro y fuera de
Venezuela. Eliminar las sanciones sería, nada menos, que eliminar uno de los
pocos mecanismos de contención que existen, para limitar (no para impedir), la
corrupción y todas sus consecuencias, incluyendo las siniestras derivadas de
sus vínculos con el narcotráfico y la narcoguerrilla terrorista con la que
mantiene alianzas.
9 años de hazañas del paisa cucuteño
TALCUAL - Es mucho lo que
ha sucedido en los nueve años de Maduro al frente del poder: desde ¿ganar? las
elecciones de 2013 con 7.587.579 votos a no ser reconocido a partir de 2018 por
más de 50 países como legítimo mandatario venezolano, debido a todas las
irregularidades que signaron los últimos comicios presidenciales.
Nicolás Maduro dice que ha sobrevivido a un rocambolesco intento de
magnicidio, varios golpes opositores y dos grandes períodos de protestas
antigubernamentales (2014 y 2017), además de la pérdida de la Asamblea
Nacional.
Todo ello en medio de grandes periodos de
escasez y colas por comida y combustible, una emergencia humanitaria compleja,
una migración sin precedentes y un conflicto político que ha intentado
resolverse a través de distintas negociaciones (Caracas, Dominicana, Noruega y
México).
El equipo de TalCual recopiló algunos de esos eventos y se los presentamos a través de diversos artículos, fotos o vídeos. Porque recordar el pasado siempre es bueno para comprender el presente, un presente donde Nicolás Maduro sigue en Miraflores, con miras a reelegirse en 2024, con todo el apoyo que le ha traído manejar el poder durante nueve años .
Los narcosobrinos
El 5 de enero de 2016 siempre será recordado
en esta redacción. Seguro también por una de las protagonistas de esta
historia. Cilia Flores llegaba exultante al Palacio Federal Legislativo, tras
asegurarse su curul como diputada por las listas del PSUV. Nuestro compañero
Víctor Amaya aprovechó el momento cuando se retiraba toda la bancada y le
preguntó sobre una cuestión vital en esos momentos.
«Diputada, ¿en algún momento va a declarar
sobre los narcosobrinos?», fue la pregunta. Les dejamos la reacción:
Por si no lo recuerdan, Franqui Francisco
Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores fueron detenidos en noviembre
de 2015 en Haití durante una operación encubierta de la DEA. Fueron enviados a
Estados Unidos y acusados de intentar transportar 800 kilos de droga a ese
país.
Tras dos años de juicio, ambos fueron condenados a 18 años de prisión (que pagan en una cárcel de Florida) y se les impuso una multa de 50.000 dólares. Las periodistas venezolanas Jessica Carrillo y Adriana Núñez Moros le dieron cobertura a todo el caso y crearon la página web Porque Soy Flores.
Emergencia humanitaria, llegó para quedarse
El 27 de enero de 2016, en uno de sus
primeros acuerdos, la Asamblea Nacional de mayoría opositora declaró una
crisis humanitaria de salud en el país. La medida se justificó «en vista de la
grave escasez de medicamentos, insumos médicos y deterioro de la
infraestructura humanitaria», según el acuerdo aprobado.
El texto le exigía al gobierno de Nicolás
Maduro «garantizar de manera inmediata el acceso a la lista de medicamentos
esenciales que son básicos, indispensables e imprescindibles y deben ser
accesibles en todo momento».
Si bien la escasez de medicamentos mejoró, no
así la posibilidad de la población de pagarlos. La permisividad de la
importación mejoró el abastecimiento, pero los precios se hicieron impagables
en un país que, hasta hace poco, tenía como base salarial Bs. 9.
La Encuesta Nacional de Hospitales (ENH), una
iniciativa de la ONG Médicos por la Salud, registró que para los primeros meses
de 2022, en promedio en todo el país, los hospitales pasan cuatro horas a la
semana sin servicio eléctrico.
Las muertes prevenibles aumentaron, como el
cáncer, así como las enfermedades que se transmiten por vectores (mosquitos).
En el J.M de los Ríos esperan que algún día se retomen los trasplantes, mientras los niños siguen muriendo en medio de la
diatriba de las sanciones. La opacidad se hizo regla y desde 2017 no se
publica un boletin epidemiológico, una suerte de guía para los doctores.
La migración también hizo mella en los
hospitales. Según la Federación Médica Venezolana (FMV) al menos dos millones
de médicos, enfermeras y personal de salud se ha ido del país, lo que impacta
directamente en la atención. Pero este año, para Maduro, es el de la recuperación de los hospitales.
Migración, desaparecidos en alta mar y trata
de personas
Según las últimas cifras, son más de seis
millones —se lee SEIS— de venezolanos fuera de las fronteras en calidad de
migrantes o refugiados. La mayoría se encuentra en América Latina, donde la
comunidad más grande se concentra en Colombia.
Los venezolanos iniciaron el éxodo desde
mucho antes, pero 2014 marcó un punto de inflexión tras el periodo de
desabastecimiento y protestas contra el gobierno, entonces constitucional, de
Nicolás Maduro. Se han ido por tierra, mar y aire.
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