“3 EN 1" , LUBRICANTE CON ¿FUTURO ?

EL COLAPSO DEL INTERINATO Y EL FUTURO DE LA OPOSICIÓN - Manuel Malaver CHAVISMO APRUEBA PROYECTO DE LEY QUE CRIMINALIZA A LAS ONG ORTEGA, SOCIO DE MADURO YA  DISOLVIÓ MÁS DE 3.000 ONG EN NICARAGUA   - DW Manuel Malaver – Especial para EdC - Si no fuera por las multitudes de docentes que desde el lunes 9 de enero pasado tomaron las calles de Venezuela para protestar contra el salario de bambre que la dictadura de Maduro les ha fijado en 30 dólares mensuales, podría establecerse que la entronización del sistema socialista en el país sigue sin mayores perturbaciones y que dentro de poco seremos una segunda Cuba aunque con v´´iaas de escape que incluyen la frontera terrestre y los vuelos aéreos. Pero hay también focos de enfrentamientos y revueltas en la llamada “Zona de Hierro,” que tienen como centro a la ciudad de Puerto Ordaz o Ciudad Guayana, donde los obreros de las otroras prósperas empresas del hierro, el aluminio y la bauxita han tomado sus lugares de trabajo como punto...

PUTIN PIDIÓ CACAO: ”NEGOCIEMOS...”

 

Ucrania: Transporte de personal blindado ruso; soldado ruso muerto en la nieve - NYTimes

UCRANIA, PUTIN Y EL “SOCIALISMO DEL SIGLO XXI” - MANUEL MALAVER

PUTIN QUIERE MUERTOS VENEZOLANOS MIGUEL HENRIQUE OTERO

CIENTÍFICOS RUSOS: «LA GUERRA ES INJUSTA E INSENSATA»

GRANDES PERDIDAS RUSAS  DE TANQUES, AVIONES HELICÓPTEROS, LANZA-MISILES,… Y SOLDADOS

Torreta de un T-72  en la nieve, La torreta de 6 toneladas de peso, voló por los aires, desprendida del tanque- NYT

RUSIA Y UCRANIA NEGOCIARÁN en la ciudad fronteriza bielorrusa de Gómel. Putin, luego de todas las sanciones que le pusieron ahora le dijo a Bennett de Israel que Rusia está lista para el diálogo en Bielorrusia, pero Ucrania no quiere ahora dialogar. - EFE

► UCRANIA, PUTIN Y EL “SOCIALISMO DEL SIGLO XXI” MANUEL MALAVER

► PUTIN QUIERE MUERTOS VENEZOLANOS MIGUEL HENRIQUE OTERO

► GRANDES PERDIDAS RUSAS  DE TANQUES, AVIONES HELICÓPTEROS, LANZA-MISILES,… Y SOLDADOS

UCRANIA DEMANDA A RUSIA ANTE LA CORTE INTERNACIONAL DE LA HAYA

La invasión rusa ha causado que 368.000 ucranianos hayan huido, según los últimos datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados


Vehículo  blindado ruso arde en avenida de Jarkov

Libertad Digital: El gobernador de la región de Járkov, Oleh Sinegubov, ha asegurado este domingo que las fuerzas ucranianas controlan "totalmente" la ciudad de Jarkov, la segunda más importante del país, después de que trascendieran informaciones sobre intensos combates en la zona. "¡El control de Járkov es completamente nuestro! Las Fuerzas Armadas, la Policía y las fuerzas de defensa funcionan y el enemigo está siendo totalmente erradicado de la ciudad", ha afirmado, según la cadena británica de televisión Sky News.

PURA BASURA…

Fernando Mires - Hitler tuvo fuertes aliados internacionales (Japón, España, Italia, Turquía, etc.) Putin tiene solo a cuatro, y en América Latina (Ortega, Maduro, Díaz Canel y Bolsonaro).Pura basura. China se abstiene, por si acaso.

Nicolás Maduro; “Total apoyo a la invasion y a V. Putin….” ¿Solidaridad criminal?

 

Hitler - Stalin se imitan ,... "la misma basura"

Ucraina, Putin y el “Socialismo del siglo XXI”

Manuel Malaver - Salvo la invasión de Ucraina iniciada por el Ejército ruso que comanda Wladimir Putin hace cinco días, no puede decirse que haya en el mundo otro movimiento político moviéndose en la dirección de tomar el poder político  por medios “no pacíficos”, tal cual estila el “Socialismo del Siglo XXI” en América Latina  y en España, según las evidencias que nos llueven a diario de la Península.

Por “medios no pacíficos” no nos referimos exclusivamente a “invasiones”, “golpes de Estado”, “insurrecciones”, “explosiones sociales”, etc,  sino al uso de normativas electorales pautadas en constituciones que permiten el uso amañado de reglas con las cuales se engaña a partidos que pueden estar en el poder o en la oposición.

Ejemplos: la lucha que en este momento se lleva acabo en la calles de Kiev para imponerles a los ucranianos una ocupación ordenada desde el Kremlin y las elecciones presidenciales celebradas hace año y medio en EEUU y de las cuales se han aportado pruebas para demostrar que Joe Biden las ganó fraudulentamente, aunque desde hace aproximadamente 22 años en Venezuela el socialismo fundado por Hugo Chávez gana elecciones escandalosamente fraudulentas y en Nicaragua, Ecuador y Bolivia se realizan con las mismas artimañas pero sin que hayan fuerzas que las objete e inhabilite.

Me explico: no es que en Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia no surgieran partidos, líderes e instituciones que salieran a denunciar a los delincuentes después de cada elección fraudulenta, que incluso fueran a instancias internacionales pruebas en mano de demostrarlo, pero sin que sus denuncias y protestas generaran un solo desplazado del poder.

De todas maneras, se considera un triunfo para la democracia constitucional y de estado de derecho que las fuerzas residuales que sobrevivieron a la caída del Muro de Berlín y al colapso del Imperio Soviético, renunciaran a la toma del poder por la fuerza, fuera por guerra de guerillas, golpes de Estado o insurrecciones populares y aún sin perder del todo sus antiguos hábitos engañosos y fraudulentos, se convencieran que solo por la vía pacífica, electoral y constitucional se podían establecer gobiernos legítimos, electivos y alternativos.

Es cierto que, los tiempos más próximos al postsovietismo no fueron precisamente un período de “paz celestial” y que la disolución de la exYugoeslavia generó las llamadas “Guerras Balcánicas”, así como el fin de la URSS encendió entre sus satélites transcaucásicos guerras por razones de límites y rapiña de recursos, pero así y todo el “fin de la Guerra Fría” y los acuerdos entre todas las potencias mundiales, no tardaron en finiquitarlas.

Siguieron otros incidentes, como fue el desafío que lanzaron los grupos fundamentalistas islámicos a la civilización democrática, capitalista, occidental y cristiana para desaparecerla del mapa, o los enfrentamientos que surgieron entre gobiernos y países musulmanes durante la llamada “Primavera Árabe”, pero  que tampoco duraron más de un trieno y en conjunto dejaron la sensación de que el mundo, terminada la “Guerra Fría”, entraba en un siglo XXI quizá de sana y permanente paz.

Y ello fue, sin duda, la causa de que cuando a finales del siglo XX, un militar venezolano de baja graduación, el teniente coronel, Hugo Chávez -quien había fracasado a comienzos de los 90 en un golpe de estado contra un gobierno democrático-, fundara un partido civil y participara y ganara la presidencia en 1998 en unas elecciones democráticas, el militar, no solo fuera aplaudido y celebrado por la comunidad internacional, sino que pasó a ser  el ejemplo de la oveja descarriada que vuelve al redil.

Chávez continuó demostrándolo cuando desde la presidencia convocó una constituyente y redactó una nueva constitución donde se mantenían los principios básicos de una democracia constitucional como son:

1) La independencia de los poderes

2) Prescripción y defensa de los derechos humanos y las garantías individuales.

3) Gobierno electivo y alternativo cada cinco años.

Y 4) Soberania nacional y no injerencia en los asuntos internos de otros países.

Pero eso fue en la letra, en el papel, en el espíritu, porque en los hechos, en los terribles e implacables hechos, Chávez, con la fuerza del poder Ejecutivo y a punta de las ventajas que le cedía la Constitución como el monopolio del uso de las armas (Fuerzas Armadas, Guardia Nacional, Policías de orden público, Cuerpos de Seguridad y Orden Público y unidades paramilares) fue imponiendo un sistema ultranacionalista, ultrapopulista y ultraestatista que sin que, hubiera dudas, devino en un sistema socialista.

No digamos que esto sucedió en un día, en un mes, en un año, y de un tajo, no, el hombre se tomó su tiempo, y no pocas veces retrocedió e hizo rectificaciones, pero en un quinquenio, 2005 o 2006, no solo había impuesto el socialismo en Venezuela sino que lo patrocinó en países donde las condiciones lo permitían y así para 2010, ya Argentina, Brasil, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y, por supuesto, con la ya cincuentenaria e inspiradora, Cuba, creó una nueva variante del socialismo que se llamó: “Socialismo del Siglo XXI” según la ocurrencia del sociólogo germano-mexicano Heinz Dietrich.

Un experimento que tenía entre sus aliados a los “Socialismos del Siglo XX”, a los ahora socialismos híbridos de China y Rusia, de los cuales copiaban la doctrina pero no los métodos, porque siempre conquistarían el poder por la vía del voto, respetando los derechos humanos y la independencia de poderes, con presidentes electivos y alternativos y haciendo valer la ley y la paz antes que la violencia y el derramiento de sangre.

 Eso sí, China y Rusia, los viejos socialismos, eran sus aliados internacionales fundamentales y de ellos se proveían de armas, equipos, créditos, tecnología electrónica y aereoespacial y en el estilo de respeto a leyes y tratados de organismos multilaterales de las que todos eran socios e integrantes.

Era y sigue siendo la franquicia que Chávez – Dietrich bautizaron como “Socialismo del Siglo XXI”, que copia el contenido pero no los métodos del “Socialismo del Siglo XX”, pero que para quienes lo sufren, sigue siendo “el mismo musiú con diferente cachimbo”, como refreanamos los venezolanos

Una epifanía, un estado de retórica idilíca que lo acaba de romper Wladimir Putin, presidente de Rusia, con la invasión de Ucrania, una nación libre y soberanía cuyas fronteras fueron violadas la noche del jueves por 200.000 soldados rusos que pocas horas después habían asesinado 137 soldados ucranianos.

En otras palabras que, Putin, por la decisión de las autoridades de Ucrania de pedir ingreso en la OTAN, ha reaccionado como Stalin o Hitler hace 82 años durante  la Segunda Guerra Mundial, arrasando naciones y masacrando cientos de miles de sus ciudadanos porque sus gobiernos no cumplian su voluntad.

Y que fue una atrocidad que la comunidad internacional y la sociedad de todos los países pensaban borradas del mundo moderno pero que Putin y sus pocos aliados han recordado que no, que está muy viva.

Entre esos aliados está Maduro, cuyo gobierno ya publicó un comunicado solidaridándose con el dictador ruso y la gran pregunta para los venezolanos y los latinoamericanos es: ¿Se quita la careta el “Socialismo del Siglo XXI” y tenemos que enfrentarlo como se enfrentó el “Socialismo del Siglo XX” hasta verlo caer como un castillo de naipes y sin disparar un tiro.

Esta noche, en el momento de escribir estas lineas, se lucha hombre a hombre en las calles de Kiev y en toda Ucraina y si la lucha se extiende mundialmente contra el neototalitarismo no dudamos que los enemigos de la libertad y la democracia tendrán su segunda derrota en poco más de medio siglo.

Maduro, enfático, se abraza a Putin y los jalabolas aplauden  


¿"Con quien estás tú, compañero? Nicolás Maduro y V. Putin  en cálido apretón de manos. Maduro no habla ni entiende ruso, ....pero da lo mismo: Dictadores se entienden


Putin quiere muertos venezolanos


Miguel Henrique Otero  - El Nacional - Lo ocurrido el 23 de febrero sobrepasa en todos los planos imaginables el simple inicio de una guerra. Que Vladimir Putin haya dado inicio a la matanza de ucranianos ―porque lo que ha ocurrido es que un país inmenso, con una fuerza militar desproporcionada, se ha abalanzado sobre las vidas y el territorio de uno de sus vecinos― marca un giro en el curso de los acontecimientos mundiales.

A esta hora, la única certidumbre con que cuenta la humanidad es que Putin, en una acción desconcertante, ha abierto las puertas de una confrontación de final imprevisible.

Tengo que repetir aquí lo que tanto se ha dicho en las últimas horas: no es posible predecir, incluso para los analistas más competentes, por dónde irán las cosas en lo sucesivo. Las preguntas más acuciantes ―cuánto podría durar esta confrontación; si sus víctimas se contarán por centenares o miles; si los combates se desplegarán por todo el territorio ucraniano; si se producirán acciones del lado este de la frontera ucraniana, es decir, en Rusia; si misiles y bombardeos destruirán 10, 20, 50 o 90% de la infraestructura civil y de comunicaciones de Ucrania; si la guerra podría escalar al punto de involucrar a otros países y a otras fuerzas militares; si el  dictador bielorruso Lukashenko conducirá su apoyo al dictador Putin al extremo de atacar directamente a Ucrania con fuerzas bielorrusas; etcétera― no tienen ahora mismo ninguna respuesta cierta. Ninguna.

Las razones por las que carecemos de respuestas a cuestiones tan graves son enrevesadas y múltiples. Pero está el tema medular, que lo vuelve una realidad de desentrañamiento casi imposible: que Vladimir Putin es un desquiciado mental, que ha tomado el control pleno del Estado ruso, lo ha militarizado, ha potenciado sus capacidades represivas, lo ha pervertido para convertirlo en una maquinaria judicial, policial y comunicacional de aplastamiento de cualquier forma de oposición política y democrática.

De Putin no cabe hablar como de un poderoso jefe político y militar. Es mucho más que eso: es el dueño absoluto de un poder ilimitado, sin contrapesos, inescrupuloso, ansioso de imponer su peso, su poderío, sobre las vidas del pueblo ucraniano. Y para mostrar de lo que es capaz, ahora mismo, mientras escribo este artículo, está aplastando las vidas de 44 millones de personas (que incluye conducir al desfiladero de la violencia y la muerte a los aproximadamente 4 millones de personas que viven en los territorios separatistas prorrusos de Ucrania).

Nicolás Maduro, como si lo amparase alguna legitimidad, algún derecho; de forma inconsulta, unilateral y omnipotente; aprovechando la sensación de lejanía que media entre Venezuela y Ucrania; haciendo uso de los mismos recursos que Putin, un poder militar bajo su absoluto control, apoyado por los poderes públicos y por los poderes paramilitares que se han repartido y siguen repartiéndose el territorio en pedazos; pero sobre todo, estoy seguro de esto, sin tener la menor idea de lo que eso representa; ajeno por completo al peligro, a las consecuencias, a la envergadura, a lo que podría significar para las vidas, para la economía, para el estado de cosas en Venezuela, ha insistido en expresar su apoyo a Putin. Apoyo político y militar.

¿Y con qué podría apoyar Maduro a Putin? Con bienes que no son suyos y sobre los que no debería tener ascendencia alguna: unidades militares; bienes de la República; lealtades que no han sido consultadas ante la sociedad venezolana y que no cuentan con la aprobación de nadie, salvo por la camarilla de uniformados que son los beneficiarios de los contratos de compras de armas que unos militares venezolanos le han hecho a militares rusos y en los que, de forma abrumadora, se han adquirido equipos diseñados para el combate de civiles indefensos, armas para imponer el orden público por la fuerza, armas para reprimir, armas para someter, armas para espiar, para intervenir las telecomunicaciones, para distorsionar la opinión pública, para desarticular los esfuerzos de los demócratas por organizarse y resistir.

Repito mi pregunta: ¿Y con qué podría apoyar Maduro a Putin? Pues la respuesta es la más obvia: con carne de cañón. Soldados incompetentes e inexpertos que, enviados a cualquier escenario de combate, sirvan para que Putin muestre algún apoyo internacional que no tiene, y para que muestre a combatientes venezolanos caídos en combate (en rigor, caídos como parte de fuerzas invasoras), material humano importado desde otro extremo del mundo para que sirva de propaganda.

Pero esto es solo una posibilidad, la más inmediata. Pero luego está la dimensión de lo inimaginable: que en el escenario de una mundialización del conflicto, una escalada que ahora mismo nadie puede borrar como posibilidad, nuestro territorio sea utilizado para operaciones militares rusas que amenacen a Colombia (tal como ha venido advirtiendo el presidente Duque), a Estados Unidos y a los propios habitantes de Venezuela.

Los esfuerzos diplomáticos para detener a Putin resultaron vanos (como vanos han resultado los esfuerzos diplomáticos para limitar a Maduro o para impedir que continúe violando los derechos humanos). Hasta el momento en que escribo este artículo, todavía hay quienes invocan el recurso de las negociaciones para evitar que el psicópata continúe su avance: confían en que dentro del Kremlin y las fuerzas militares rusas aparecerán quienes impongan límites a la voracidad, al desprecio por la vida, a los negocios entre militares, a la corrupción.

Comentarios

Entradas populares de este blog

MADURO : “¡…Y ME QUITAN LAS SANCIONES!”

TENGA GRATIS SU “PRTN” (para después de Maduro)

MADURO, AMAL ESTÁ ARMANDO TU EXPEDIENTE - CPI