El PLANETA, ¿ELEGIRÁ TAMBIÉN EN BRASIL?
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► EL FUTURO DEL PLANETA (TAMBIÉN) SE JUEGA EN LAS ELECCIONES
► EN BRASIL, UN SOLO HOMBRE PUEDE DECIDIR SOBRE FAKE-NEWS
► 'PAINTOU
A CLIMATE' ES EL TÉRMINO MÁS BUSCADO SOBRE BOLSONARO
Pocas veces lo ha hecho. Bolsonaro se disculpa por llamar "prostitutas" a niñas venezolanas - Huffington Post . En la recta final de la campaña, Bolsonaro no puede librarse de acusaciones de prevaricación y pederastia en el caso de las menores venezolanos
Brasildefato | São Paulo - Las encuestas electorales difundidas esta semana por cuatro de los principales institutos muestran un escenario de estabilidad en la contienda presidencial , con variaciones dentro del margen de error en relación a sondeos difundidos anteriormente.
Ipc
(antes Ibope) divulgó una encuesta nacional el lunes (17) que llevó a Luiz Inácio Lula da Silva (PT) con
el 50% del total de los votos contra el 43% de Jair Bolsonaro (PL) . Blancos y
nulos sumaron un 5% y un 2% no respondió.
Al
considerar los votos válidos, sin incluir a los votantes nulos, blancos e
indecisos, Lula alcanzó el 54%, mientras que Bolsonaro alcanzó el 46%.
El margen
de error en la encuesta Ipec es de más o menos dos puntos porcentuales. En
relación a la encuesta anterior del mismo instituto, Lula osciló negativamente
en un punto y Bolsonaro, positivamente, en un punto.
El martes
(18) fue el turno de Ipespe de publicar su encuesta
presidencial. Encargado por la Asociación Brasileña de Investigación
Electoral (Abrapel), el sondeo bajó un punto a Lula, con el 49% de las
intenciones de voto, frente al 43% de Bolsonaro, que mantuvo el mismo
nivel. En votos válidos, Lula tenía una ventaja de seis puntos
porcentuales: 53% contra 47% de Bolsonaro.
Datafolha y Quaest
Quaest publicó una encuesta el
miércoles (19) en
la que el PT estaba a la cabeza, pero fluctuando dos puntos hacia abajo y
alcanzando el 47% del total de intenciones de voto, con el candidato del PL
alcanzando el 42%, una variación positiva de un punto porcentual. Ambos
movimientos estuvieron dentro del margen de error, estimado en más o menos dos
puntos porcentuales.
Los
blancos y nulos representaron el 6% de las respuestas y otro 5% dijo estar
indeciso. En el cómputo de votos válidos, la ventaja fue de 53% a 47% para
el candidato del PT.
Según
Datafolha publicado el mismo día , Lula tenía el 52% de los
votos válidos, con un punto menos, y Bolsonaro apareció con el
48%. Teniendo en cuenta el total de votos, el PT obtuvo el 49% y el
candidato del PL, el 45%. Los votos blancos y nulos totalizaron el 4% y el
1% no respondió.
En las
dos encuestas anteriores de Datafolha para la segunda
vuelta, Lula obtuvo el 53% de los votos válidos frente al 47% de Bolsonaro. El
margen de error es de más o menos dos puntos porcentuales.
El futuro del planeta (también) se juega en
las elecciones
Ángela Reyes Haczek (CNN
Español) -- No solo el pueblo de Brasil se juega su
futuro en las elecciones presidenciales. La crisis que atraviesa la Amazonía ya
ha influido en el clima de América Latina y el Caribe, donde habitan casi 660
millones de personas, y podría tener impactos de alcance planetario. Las
decisiones que tome el próximo mandatario son clave para el destino de la mayor
selva tropical del mundo... y el nuestro.
Los incendios en la
selva amazónica se dispararon este septiembre, que se ha convertido en el peor
mes en más de una década, según Reuters. De acuerdo con los datos de
INPE, la agencia nacional de investigación espacial, este año hubo cerca de
37.000 alertas de incendio hasta el 26 de septiembre, lo que significa un
aumento del 120% con respecto al mismo mes de 2021 y el peor resultado desde
2010.
La destrucción de este
ecosistema —clave para el ciclo hidrológico de América y hogar del 25% de la
biodiversidad terrestre— suele aumentar en los años electorales
como resultado de dos acciones: una disminución en la aplicación de la ley y la
acción de los madereros, los grandes agricultores y ganaderos y la industria
minera, que se apuran ante el temor de que pueda haber cambios en las políticas
de conservación de la Amazonía.
Pero no se trata de un
fenómeno aislado. En 2021, por ejemplo, la deforestación se duplicó en
comparación con el promedio del período 2009-2018, según la Organización Meteorológica Mundial, y se perdió un 22% más de área
forestal que el año previo. Y la forma en que responda a esta realidad el
futuro presidente es clave.
Lo que prometen Bolsonaro y Lula... y lo
que han hecho
La Amazonía ha sido una
palabra repetida en la campaña de cara a las elecciones que definirán si el
actual mandatario, Jair Bolsonaro, obtiene un nuevo mandato, o si el expresidente
Lula da Silva (2003 - 2010) vuelve al Palacio del Planalto.
En una serie de acciones
desde que asumió el poder en 2019, el Gobierno de Bolsonaro "ha debilitado
efectivamente a las agencias ambientales federales y demonizado a las
organizaciones que trabajan para preservar la selva tropical, y se ha
manifestado a favor del crecimiento económico en las tierras indígenas,
argumentando que es bienestar para los propios grupos indígenas, tal como explica en este análisis Kara Fox de CNN.
La semana pasada, en su
discurso en la ONU, Bolsonaro dijo que la mayor parte de la Amazonía está
intacta y apuntó contra los medios de comunicación por sus informes vinculados
a la deforestación. Si bien en diversas ocasiones no ha respondido a los
pedidos de comentarios de CNN, la administración ha defendido sus programas
para combatir las actividades ilegales en la selva tropical, que están
presentes en su programa de Gobierno.
Lula, del otro lado, ha
criticado ferozmente la "política de devastación" de la
administración actual, en palabras de su programa, y se ha comprometido a
combatir los crímenes ambientales.
"Bajo nuestros
gobiernos, hemos reducido la deforestación en la Amazonía en casi un 80%, la
mayor contribución jamás realizada por un país a la mitigación del cambio
climático entre 2004 y 2012. Ya nos hemos comprometido con el futuro del
planeta, sin ninguna obligación legal, y lo volveremos a hacer", promete
su programa.
Desde Greenpeace
confirmaron estas cifras: para 2004 el país tenía un desmantelamiento récord de
24.000 km cuadrados anuales y se puso en marcha un plan de prevención y combate
que permitió reducir en un 83% la deforestación.
Las decisiones que se
tomen afectarán directamente a los pueblos indígenas que habitan y protegen la
Amazonía y a todo Brasil. E indirectamente nos afectarán también a nosotros,
desde el sur de la Argentina al norte de México y más allá.
Los activistas piden compromisos para
revertir las políticas actuales
En esta campaña, la
cuestión ambiental "surgió más que en años anteriores, pero todavía de una
forma bien superficial, sin metas claras", explicó a CNN en Español
Mariana Mota, coordinadora de Políticas Públicas de Greenpeace Brasil. Para la
organización, "el próximo Gobierno, sea cual sea, precisa tener un
compromiso concreto y efectivo de revertir la política actual implementada por
el Gobierno de Bolsonaro".
Hay cuatro aspectos
claves, según Mota. Uno de ellos es el financiamiento: el presupuesto para la
agenda ambiental de 2020, según las cifras que manejan, fue el menor en 21
años, y desde entonces siguió cayendo. Para la organización, es imperativo
trabajar para el fin del bloqueo al Fondo Amazonía, una iniciativa conjunta de
Noruega, Alemania y Brasil que implicaba donaciones de los países europeos para
la protección de la selva y que quedó paralizado en la administración actual.
"Además de la
capacidad presupuestaria, es necesario que las instituciones de protección del
medio ambiente cuenten con personal técnicamente capacitado, lo que no ocurre
en la actualidad", dijo Mota, sumando un segundo punto.
También es vital para
ellos el compromiso con la participación ciudadana y con la transparencia.
Bolsonaro "cerró muchos consejos, comités participativos, en los que la
sociedad colabora y logra ayudar a construir políticas que beneficien a la
colectividad y no a los intereses privados", explicó Mota, por lo que la
recuperación de estos espacios para ellos es clave de revertir la gobernanza
actual.
La organización reconoce
los antecedentes positivos de Lula en materia de gestión de la Amazonía, que
también incluyeron el establecimiento de unidades de conservación que ocupaban
millones de hectáreas, pero insiste en la necesidad que tendrá la próxima
administración de hacer frente a la precaria situación actual.
Cómo la Amazonía determina el clima de un
continente entero
El clima del continente
está siendo afectado por la crisis que atraviesa la Amazonía, explicó
previamente a CNN en Español Rodney Martínez, representante para América del
Norte, Central y del Caribe de la OMM.
¿Por qué? "La
cobertura vegetal de la selva es esencial para el ciclo hidrológico
regional", explicó, y la destrucción del ecosistema para convertir el
territorio en pastizales ha reducido "la capacidad natural de la Amazonía
para distribuir humedad que es útil para todos los países de Sudamérica,
inclusive el Caribe".
En otras palabras: la
transpiración que genera la selva amazónica es fundamental para el retorno del
agua a la atmósfera, agua que luego vuelve a la tierra. Sin embargo, la
destrucción de la selva y el reemplazo por otra vegetación como las pasturas
hace que el proceso de transpiración no sea favorable al ciclo: estas pasturas
absorben la humedad y secan el suelo.
Las sequías que ha
enfrentado el país y toda la región y los incendios forestales "hacen que
esa degradación de suelos empeore y la posibilidad de regeneración también
empeore".
"Lo que está
pasando y va a seguir pasando en la Amazonía va a afectar a todo el continente
y posiblemente más allá de nuestro continente, al clima global", explicó.
Es decir que no solo se trata del impacto regional, sino que "se lo
comienza a asociar como un factor que puede influir a través de encadenamientos
(...) al clima global".
El punto de inflexión: de selva a sabana
De hecho, la selva de la
Amazonía podría estar acercándose a un punto de inflexión crítico que haga que
se transforme en una sabana de hierba, según un estudio publicado en marzo de este año.
Los científicos afirman
que alrededor de tres cuartas partes de la selva tropical muestran signos de
"pérdida de resiliencia", es decir, una menor capacidad para
recuperarse de perturbaciones como sequías, tala e incendios y que esa pérdida
de resiliencia desde hace más de 20 años es señal de un declive irreversible.
No se puede saber
exactamente cuándo pasará de selva a sabana pero cuando sea evidente ya será
demasiado tarde.
La Amazonía permite la
eliminación de unos 90.000 millones de toneladas de dióxido de carbono,
sobre todo en los árboles, pero también en el suelo, dijo el científico, y si
deja de ser una selva tropical no podrá almacenar ese carbono.
Europa y Estados Unidos
han estado atentos a la situación de la Amazonía. Para el Gobierno de Joe
Biden, según dijo en 2021 el portavoz del Departamento de Estado,
"apoyar y alentar las acciones de Brasil para reducir la deforestación y
asegurar el camino hacia un futuro fuerte con cero emisiones netas" es un
"enfoque clave". La relación de la administración con Bolsonaro, en
lo que respecta a la selva amazónica, ha tenido sus escollos en medio de las
demandas del país norteamericano y las respuestas sudamericanas.
Lula, mientras tanto, ya
recurrió a la Unión Europea, afirmando días atrás que necesitaría de su
apoyo para preservar la biodiversidad y para fomentar el desarrollo en la
Amazonía sin que se dañe la selva.
El partido entre
Bolsonaro y Lula, en lo ambiental, también se está jugando fuera de las canchas
del país.
La
crucial Batalla por Minas Gerais
NAIARA GALARRAGA GORTÁZAR - São Paulo
El Pais - El Estado de Minas Gerais es históricamente un territorio vital
para ganar los comicios presidenciales en Brasil porque, con São
Paulo, aporta más electores que cualquier otro al cómputo nacional y porque,
además, quien vence allí llega a la Presidencia.
Los aficionados a las elecciones de EEUU
dirían que es el Ohio brasileño. A medida que se acerca la elección
del día 30, los viajes electorales allí se multiplican. El izquierdista Luiz
Inácio Lula da Silva, que busca su tercer mandato al frente de una coalición en
defensa de la democracia, celebra tres mítines allí entre este viernes y el
sábado. El presidente Jair Bolsonaro estuvo también esta semana y su esposa,
Michelle, protagoniza un maratón con seis actos allí en dos días, es parte
de su gira centrada en las mujeres.
Minas es un trofeo nada fácil de conquistar, como dejaron claro
sus electores en la primera vuelta, celebrada el pasado día 2. Aquel día se
votaba presidente pero también gobernadores y parlamentarios. En la carrera
presidencial, Minas Gerais colocó a Lula (48%) por delante de Jair Bolsonaro
(43%) mientras reeligió como gobernador a un empresario que llegó al poder como
aliado del presidente de extrema derecha. Romeu Zema logró un segundo mandato
tras una campaña de calculada ambigüedad —sin decantarse por nadie para la
presidencia—. A los dos días, con la victoria ya amarrada, oficializó su apoyo a Bolsonaro para la segunda vuelta. El presidente también cuenta con el
respaldo de los gobernadores de São Paulo y Río de Janeiro, mientras Lula logró
reclutar a los candidatos presidenciales que quedaron tercera y cuarto.
Los electores mineros, siempre valiosos por su volumen (12
millones), se han vuelto aún más preciados en el contexto actual, con una de
las campañas más reñidas de las últimas décadas y sin duda la más polarizada.
Los dos candidatos a la presidencia son viejos conocidos de los brasileños y
por eso quedan muy pocos indecisos. Lula y Bolsonaro apuran las horas para
conseguir cada uno de los preciados votos que les puedan allanar el camino
hacia la victoria. Las encuestas
ya apuntan a un empate técnico.
Lula ha dado este viernes dos mítines en Minas y tras pernoctar
allí, tiene previsto dar otro mañana. En Juiz de Fora, ha acusado al gobernador
Zema de “mentir, de intentar engañar al electorado” al revelar solo después de
la primera vuelta a quién prefería para presidente “porque temía perder ese 40%
de sus electores que me votaron a mí”. Esos son los votantes donde más apretado
está el pulso.
Junto a Lula en los mítines este viernes, dos mujeres que se
acaban de incorporar a su campaña con la vista puesta en atraer a votantes
recelosos del PT por considerarlo demasiado radical o teñido por la corrupción
y electores evangélicos: Simone tebet, candidata presidencial derrotada y
representante del sector agropecuario, y la exministra Marina Silva, defensora
del medio ambiente y miembro de la Asamblea de Dios, la mayor Iglesia evangélica
de Brasil. En aras de suavizar su imagen y a petición de Tebet, el expresidente
ha sustituido las camisas y gorras rojas por piezas blancas o azules.
Una de las paradas de Lula ha sido en Juiz de Fora una ciudad
que también votó por él y por el gobernador Zema. Fue allí donde hace cuatro
años un demente se abalanzó con un cuchillo sobre Bolsonaro mientras era
paseado a hombros de una multitud y le hirió gravemente en el abdomen. Aquel ataque apartó a Bolsonaro de los debates electorales.
Ahora su esposa ha cobrado un enorme protagonismo en campaña.
Encabeza un grupo de mujeres bolsonaristas que se han embarcado en una intensa
gira por todo el país para intentar convencer a las electoras más reacias de
que, por encima de sus formas, Bolsonaro es el mejor defensor de la familia,
los valores ultraconservadores y un dique frente a la amenaza comunista. “No
mire a mi marido, míreme a mí, que soy una sierva del señor”, dijo la señora
Bolsonaro, que es una ferviente evangélica, en un acto con correligionarias. Su
esposo es católico, pero mantiene una estrecha alianza política con los líderes de las Iglesias
protestantes que más rápido crecen en Brasil.
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