“3 EN 1" , LUBRICANTE CON ¿FUTURO ?

EL COLAPSO DEL INTERINATO Y EL FUTURO DE LA OPOSICIÓN - Manuel Malaver CHAVISMO APRUEBA PROYECTO DE LEY QUE CRIMINALIZA A LAS ONG ORTEGA, SOCIO DE MADURO YA  DISOLVIÓ MÁS DE 3.000 ONG EN NICARAGUA   - DW Manuel Malaver – Especial para EdC - Si no fuera por las multitudes de docentes que desde el lunes 9 de enero pasado tomaron las calles de Venezuela para protestar contra el salario de bambre que la dictadura de Maduro les ha fijado en 30 dólares mensuales, podría establecerse que la entronización del sistema socialista en el país sigue sin mayores perturbaciones y que dentro de poco seremos una segunda Cuba aunque con v´´iaas de escape que incluyen la frontera terrestre y los vuelos aéreos. Pero hay también focos de enfrentamientos y revueltas en la llamada “Zona de Hierro,” que tienen como centro a la ciudad de Puerto Ordaz o Ciudad Guayana, donde los obreros de las otroras prósperas empresas del hierro, el aluminio y la bauxita han tomado sus lugares de trabajo como punto...

El PLANETA, ¿ELEGIRÁ TAMBIÉN EN BRASIL?

 EL FUTURO DEL PLANETA (TAMBIÉN) SE JUEGA EN LAS ELECCIONES

EN BRASIL, UN SOLO HOMBRE PUEDE DECIDIR SOBRE FAKE-NEWS

'PAINTOU A CLIMATE' ES EL TÉRMINO MÁS BUSCADO SOBRE BOLSONARO

Pocas veces lo ha hecho. Bolsonaro se disculpa por llamar "prostitutas" a niñas venezolanas - Huffington Post . En la recta final de la campaña, Bolsonaro  no puede librarse de acusaciones de  prevaricación y pederastia en el caso de las  menores venezolanos

 


Lula - Bolsonaro, en la recta final

Brasildefato  | São Paulo -  Las encuestas electorales difundidas esta semana por cuatro de los principales institutos muestran un escenario de estabilidad en la contienda presidencial , con variaciones dentro del margen de error en relación a sondeos difundidos anteriormente.

Ipc (antes Ibope) divulgó una encuesta nacional el lunes (17) que llevó a  Luiz Inácio Lula da Silva (PT)  con el 50% del total de los votos contra el 43% de  Jair Bolsonaro (PL) . Blancos y nulos sumaron un 5% y un 2% no respondió.

Al considerar los votos válidos, sin incluir a los votantes nulos, blancos e indecisos, Lula alcanzó el 54%, mientras que Bolsonaro alcanzó el 46%. 

El margen de error en la encuesta Ipec es de más o menos dos puntos porcentuales. En relación a la encuesta anterior del mismo instituto, Lula osciló negativamente en un punto y Bolsonaro, positivamente, en un punto.

El martes (18) fue el turno de Ipespe de publicar su encuesta presidencial. Encargado por la Asociación Brasileña de Investigación Electoral (Abrapel), el sondeo bajó un punto a Lula, con el 49% de las intenciones de voto, frente al 43% de Bolsonaro, que mantuvo el mismo nivel. En votos válidos, Lula tenía una ventaja de seis puntos porcentuales: 53% contra 47% de Bolsonaro.

Datafolha y Quaest

Quaest publicó una encuesta el miércoles (19) en la que el PT estaba a la cabeza, pero fluctuando dos puntos hacia abajo y alcanzando el 47% del total de intenciones de voto, con el candidato del PL alcanzando el 42%, una variación positiva de un punto porcentual. Ambos movimientos estuvieron dentro del margen de error, estimado en más o menos dos puntos porcentuales.

Los blancos y nulos representaron el 6% de las respuestas y otro 5% dijo estar indeciso. En el cómputo de votos válidos, la ventaja fue de 53% a 47% para el candidato del PT.

Según Datafolha publicado el mismo día , Lula tenía el 52% de los votos válidos, con un punto menos, y Bolsonaro apareció con el 48%. Teniendo en cuenta el total de votos, el PT obtuvo el 49% y el candidato del PL, el 45%. Los votos blancos y nulos totalizaron el 4% y el 1% no respondió.

En las dos encuestas anteriores  de Datafolha  para la segunda vuelta, Lula obtuvo el 53% de los votos válidos frente al 47% de Bolsonaro. El margen de error es de más o menos dos puntos porcentuales.

 

 El futuro del planeta (también) se juega en las elecciones

 

Ángela Reyes Haczek (CNN Español) -- No solo el pueblo de Brasil se juega su futuro en las elecciones presidenciales. La crisis que atraviesa la Amazonía ya ha influido en el clima de América Latina y el Caribe, donde habitan casi 660 millones de personas, y podría tener impactos de alcance planetario. Las decisiones que tome el próximo mandatario son clave para el destino de la mayor selva tropical del mundo... y el nuestro.

Los incendios en la selva amazónica se dispararon este septiembre, que se ha convertido en el peor mes en más de una década, según Reuters. De acuerdo con los datos de INPE, la agencia nacional de investigación espacial, este año hubo cerca de 37.000 alertas de incendio hasta el 26 de septiembre, lo que significa un aumento del 120% con respecto al mismo mes de 2021 y el peor resultado desde 2010.

La destrucción de este ecosistema —clave para el ciclo hidrológico de América y hogar del 25% de la biodiversidad terrestre— suele aumentar en los años electorales como resultado de dos acciones: una disminución en la aplicación de la ley y la acción de los madereros, los grandes agricultores y ganaderos y la industria minera, que se apuran ante el temor de que pueda haber cambios en las políticas de conservación de la Amazonía.

Pero no se trata de un fenómeno aislado. En 2021, por ejemplo, la deforestación se duplicó en comparación con el promedio del período 2009-2018, según la Organización Meteorológica Mundial, y se perdió un 22% más de área forestal que el año previo. Y la forma en que responda a esta realidad el futuro presidente es clave.

Lo que prometen Bolsonaro y Lula... y lo que han hecho

La Amazonía ha sido una palabra repetida en la campaña de cara a las elecciones que definirán si el actual mandatario, Jair Bolsonaro, obtiene un nuevo mandato, o si el expresidente Lula da Silva (2003 - 2010) vuelve al Palacio del Planalto.

En una serie de acciones desde que asumió el poder en 2019, el Gobierno de Bolsonaro "ha debilitado efectivamente a las agencias ambientales federales y demonizado a las organizaciones que trabajan para preservar la selva tropical, y se ha manifestado a favor del crecimiento económico en las tierras indígenas, argumentando que es bienestar para los propios grupos indígenas, tal como explica en este análisis Kara Fox de CNN.

La semana pasada, en su discurso en la ONU, Bolsonaro dijo que la mayor parte de la Amazonía está intacta y apuntó contra los medios de comunicación por sus informes vinculados a la deforestación. Si bien en diversas ocasiones no ha respondido a los pedidos de comentarios de CNN, la administración ha defendido sus programas para combatir las actividades ilegales en la selva tropical, que están presentes en su programa de Gobierno.

Lula, del otro lado, ha criticado ferozmente la "política de devastación" de la administración actual, en palabras de su programa, y se ha comprometido a combatir los crímenes ambientales.

"Bajo nuestros gobiernos, hemos reducido la deforestación en la Amazonía en casi un 80%, la mayor contribución jamás realizada por un país a la mitigación del cambio climático entre 2004 y 2012. Ya nos hemos comprometido con el futuro del planeta, sin ninguna obligación legal, y lo volveremos a hacer", promete su programa.

Desde Greenpeace confirmaron estas cifras: para 2004 el país tenía un desmantelamiento récord de 24.000 km cuadrados anuales y se puso en marcha un plan de prevención y combate que permitió reducir en un 83% la deforestación.

Las decisiones que se tomen afectarán directamente a los pueblos indígenas que habitan y protegen la Amazonía y a todo Brasil. E indirectamente nos afectarán también a nosotros, desde el sur de la Argentina al norte de México y más allá.

Los activistas piden compromisos para revertir las políticas actuales

En esta campaña, la cuestión ambiental "surgió más que en años anteriores, pero todavía de una forma bien superficial, sin metas claras", explicó a CNN en Español Mariana Mota, coordinadora de Políticas Públicas de Greenpeace Brasil. Para la organización, "el próximo Gobierno, sea cual sea, precisa tener un compromiso concreto y efectivo de revertir la política actual implementada por el Gobierno de Bolsonaro".

Hay cuatro aspectos claves, según Mota. Uno de ellos es el financiamiento: el presupuesto para la agenda ambiental de 2020, según las cifras que manejan, fue el menor en 21 años, y desde entonces siguió cayendo. Para la organización, es imperativo trabajar para el fin del bloqueo al Fondo Amazonía, una iniciativa conjunta de Noruega, Alemania y Brasil que implicaba donaciones de los países europeos para la protección de la selva y que quedó paralizado en la administración actual.

"Además de la capacidad presupuestaria, es necesario que las instituciones de protección del medio ambiente cuenten con personal técnicamente capacitado, lo que no ocurre en la actualidad", dijo Mota, sumando un segundo punto.

También es vital para ellos el compromiso con la participación ciudadana y con la transparencia. Bolsonaro "cerró muchos consejos, comités participativos, en los que la sociedad colabora y logra ayudar a construir políticas que beneficien a la colectividad y no a los intereses privados", explicó Mota, por lo que la recuperación de estos espacios para ellos es clave de revertir la gobernanza actual.

La organización reconoce los antecedentes positivos de Lula en materia de gestión de la Amazonía, que también incluyeron el establecimiento de unidades de conservación que ocupaban millones de hectáreas, pero insiste en la necesidad que tendrá la próxima administración de hacer frente a la precaria situación actual.

Cómo la Amazonía determina el clima de un continente entero

El clima del continente está siendo afectado por la crisis que atraviesa la Amazonía, explicó previamente a CNN en Español Rodney Martínez, representante para América del Norte, Central y del Caribe de la OMM.

¿Por qué? "La cobertura vegetal de la selva es esencial para el ciclo hidrológico regional", explicó, y la destrucción del ecosistema para convertir el territorio en pastizales ha reducido "la capacidad natural de la Amazonía para distribuir humedad que es útil para todos los países de Sudamérica, inclusive el Caribe".

En otras palabras: la transpiración que genera la selva amazónica es fundamental para el retorno del agua a la atmósfera, agua que luego vuelve a la tierra. Sin embargo, la destrucción de la selva y el reemplazo por otra vegetación como las pasturas hace que el proceso de transpiración no sea favorable al ciclo: estas pasturas absorben la humedad y secan el suelo.

Las sequías que ha enfrentado el país y toda la región y los incendios forestales "hacen que esa degradación de suelos empeore y la posibilidad de regeneración también empeore".

"Lo que está pasando y va a seguir pasando en la Amazonía va a afectar a todo el continente y posiblemente más allá de nuestro continente, al clima global", explicó. Es decir que no solo se trata del impacto regional, sino que "se lo comienza a asociar como un factor que puede influir a través de encadenamientos (...) al clima global".

El punto de inflexión: de selva a sabana

De hecho, la selva de la Amazonía podría estar acercándose a un punto de inflexión crítico que haga que se transforme en una sabana de hierba, según un estudio publicado en marzo de este año.

Los científicos afirman que alrededor de tres cuartas partes de la selva tropical muestran signos de "pérdida de resiliencia", es decir, una menor capacidad para recuperarse de perturbaciones como sequías, tala e incendios y que esa pérdida de resiliencia desde hace más de 20 años es señal de un declive irreversible.

No se puede saber exactamente cuándo pasará de selva a sabana pero cuando sea evidente ya será demasiado tarde.

La Amazonía permite la eliminación de unos 90.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, sobre todo en los árboles, pero también en el suelo, dijo el científico, y si deja de ser una selva tropical no podrá almacenar ese carbono.

Europa y Estados Unidos han estado atentos a la situación de la Amazonía. Para el Gobierno de Joe Biden, según dijo en 2021 el portavoz del Departamento de Estado, "apoyar y alentar las acciones de Brasil para reducir la deforestación y asegurar el camino hacia un futuro fuerte con cero emisiones netas" es un "enfoque clave". La relación de la administración con Bolsonaro, en lo que respecta a la selva amazónica, ha tenido sus escollos en medio de las demandas del país norteamericano y las respuestas sudamericanas.

Lula, mientras tanto, ya recurrió a la Unión Europea, afirmando días atrás que necesitaría de su apoyo para preservar la biodiversidad y para fomentar el desarrollo en la Amazonía sin que se dañe la selva.

El partido entre Bolsonaro y Lula, en lo ambiental, también se está jugando fuera de las canchas del país.

El voto Covid 19  y sus muertos - de Bolsonaro- ¿ contarán en las elecciones?

La crucial Batalla por Minas Gerais

NAIARA GALARRAGA GORTÁZAR - São Paulo  El Pais  - El Estado de Minas Gerais es históricamente un territorio vital para ganar los comicios presidenciales en Brasil porque, con São Paulo, aporta más electores que cualquier otro al cómputo nacional y porque, además, quien vence allí llega a la Presidencia.

Los aficionados a las elecciones de EEUU dirían que es el Ohio brasileño. A medida que se acerca la elección del día 30, los viajes electorales allí se multiplican. El izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que busca su tercer mandato al frente de una coalición en defensa de la democracia, celebra tres mítines allí entre este viernes y el sábado. El presidente Jair Bolsonaro estuvo también esta semana y su esposa, Michelle, protagoniza un maratón con seis actos allí en dos días, es parte de su gira centrada en las mujeres.

Minas es un trofeo nada fácil de conquistar, como dejaron claro sus electores en la primera vuelta, celebrada el pasado día 2. Aquel día se votaba presidente pero también gobernadores y parlamentarios. En la carrera presidencial, Minas Gerais colocó a Lula (48%) por delante de Jair Bolsonaro (43%) mientras reeligió como gobernador a un empresario que llegó al poder como aliado del presidente de extrema derecha. Romeu Zema logró un segundo mandato tras una campaña de calculada ambigüedad —sin decantarse por nadie para la presidencia—. A los dos días, con la victoria ya amarrada, oficializó su apoyo a Bolsonaro para la segunda vuelta. El presidente también cuenta con el respaldo de los gobernadores de São Paulo y Río de Janeiro, mientras Lula logró reclutar a los candidatos presidenciales que quedaron tercera y cuarto.

Los electores mineros, siempre valiosos por su volumen (12 millones), se han vuelto aún más preciados en el contexto actual, con una de las campañas más reñidas de las últimas décadas y sin duda la más polarizada. Los dos candidatos a la presidencia son viejos conocidos de los brasileños y por eso quedan muy pocos indecisos. Lula y Bolsonaro apuran las horas para conseguir cada uno de los preciados votos que les puedan allanar el camino hacia la victoria. Las encuestas ya apuntan a un empate técnico.

Lula ha dado este viernes dos mítines en Minas y tras pernoctar allí, tiene previsto dar otro mañana. En Juiz de Fora, ha acusado al gobernador Zema de “mentir, de intentar engañar al electorado” al revelar solo después de la primera vuelta a quién prefería para presidente “porque temía perder ese 40% de sus electores que me votaron a mí”. Esos son los votantes donde más apretado está el pulso.

Junto a Lula en los mítines este viernes, dos mujeres que se acaban de incorporar a su campaña con la vista puesta en atraer a votantes recelosos del PT por considerarlo demasiado radical o teñido por la corrupción y electores evangélicos: Simone tebet, candidata presidencial derrotada y representante del sector agropecuario, y la exministra Marina Silva, defensora del medio ambiente y miembro de la Asamblea de Dios, la mayor Iglesia evangélica de Brasil. En aras de suavizar su imagen y a petición de Tebet, el expresidente ha sustituido las camisas y gorras rojas por piezas blancas o azules.

Una de las paradas de Lula ha sido en Juiz de Fora una ciudad que también votó por él y por el gobernador Zema. Fue allí donde hace cuatro años un demente se abalanzó con un cuchillo sobre Bolsonaro mientras era paseado a hombros de una multitud y le hirió gravemente en el abdomen. Aquel ataque apartó a Bolsonaro de los debates electorales.

Ahora su esposa ha cobrado un enorme protagonismo en campaña. Encabeza un grupo de mujeres bolsonaristas que se han embarcado en una intensa gira por todo el país para intentar convencer a las electoras más reacias de que, por encima de sus formas, Bolsonaro es el mejor defensor de la familia, los valores ultraconservadores y un dique frente a la amenaza comunista. “No mire a mi marido, míreme a mí, que soy una sierva del señor”, dijo la señora Bolsonaro, que es una ferviente evangélica, en un acto con correligionarias. Su esposo es católico, pero mantiene una estrecha alianza política con los líderes de las Iglesias protestantes que más rápido crecen en Brasil.

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