LOS DIÁLOGOS FICTICIOS DEL “NADA QUE NEGOCIAR”
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► ALBERTO EINSTEIN: "LOCURA ES HACER LO MISMO UNA
Y OTRA VEZ Y ESPERAR RESULTADOS DIFERENTES"
► OPOSICIÓN
ESTÁ LISTA PARA VOLVER “INMEDIATAMENTE” AL DIÁLOGO EN MÉXICO
► EXPERTO EXPLICA
POR QUÉ LA OPOSICIÓN NO HA TENIDO MAYOR IMPACTO CONTRA EL RÉGIMEN DE MADURO
► LA
PRODUCCIÓN PETROLERA SE ALEJA CADA VEZ MÁS DE LA PROMESA DE MADURO
Diálogo
de Venezuela se puede “oxigenar” incorporando a la sociedad civil
Gustavo Ocando Alex – VOA — La incorporación de voceros de la sociedad civil venezolana puede ser un punto clave que ayude a descongelar el proceso de diálogo en México para zanjar la crisis económica y política del país suramericano, opinan los analistas consultados.
El pasado 13 de agosto se cumplió el primer aniversario de la
firma del memorando de entendimiento de las negociaciones entre 18 delegados
del gobierno de Nicolás Maduro y de los partidos opuestos al chavismo, un
mecanismo facilitado por Noruega.
De aquellos estrechones de mano y de tres rondas de
conversaciones con un intervalo de tres semanas entre ellas, apenas salió humo
blanco. Se anunció un acuerdo pleno para reivindicar la potestad territorial de
Venezuela sobre Guyana Esequibo y otro parcial con el objetivo de establecer
una mesa de diálogo para mejoras sociales, que aún no se instala.
Dos meses después del memorando, el chavismo anunció que
suspendía su participación en el diálogo por la extradición a Estados Unidos
del empresario colombiano Alex Saab, a quien identifica como su enviado
especial con rango diplomático, aún detenido en Florida. El proceso está
suspendido desde entonces.
En el ínterin, tanto Maduro como su delegado jefe y presidente
del Parlamento, Jorge Rodríguez, han condicionado su regreso al diálogo con
otras exigencias, entre ellas que se devuelva al oficialismo el control sobre
1.000 millones de dólares en reservas de oro en Inglaterra, o que se libere un avión “secuestrado” en Argentina bajo
sospechas de tener tripulación iraní vinculada a organizaciones terroristas.
Durante el congelamiento de las negociaciones, ambas
delegaciones acordaron consultas con miembros de la sociedad civil en cuanto a
los temas y soluciones integrales a la crisis. Más allá de reuniones
esporádicas de Maduro con algunas organizaciones, como el Foro Cívico, crítico
con el chavismo, esos encuentros no han tenido avances o resultados.
“Se podría oxigenar el diálogo con la incorporación de la
sociedad civil”, opina el politólogo venezolano Leandro Rodríguez Linárez. Esa
iniciativa ayudaría a cubrir intereses que superen al gobierno y a los partidos
opositores y vencer “el discurso bipartito”, dice.
Sería una buena alternativa para destrabar las negociaciones
sobre Venezuela y permitiría, asimismo, que el ciudadano tenga protagonismo en
los procesos electorales venideros, incluidas las primarias del antichavismo
para escoger su candidato presidencial, estima.
El analista recuerda que la presión social de centenares de
trabajadores universitarios, que en agosto marcharon y protestaron por la falta
de pagos de sus bonos vacacionales, hizo “retroceder” en ese tema a un gobierno
que no se ve apremiado por negociar.
El nuevo aliento económico por la estabilidad cambiaria,
interrumpida esta semana por brincos al alza del dólar paralelo, las nuevas
inversiones y la flexibilización de sanciones económicas a ciertas empresas
petroleras extranjeras ha servido para que el gobierno de Maduro no se siente
forzado a negociar sus posturas políticas, asegura.
“No hay premura. Por el lado de la oposición, sí se ve necesario
en el sentido de lograr una vez más activar a los venezolanos en torno a la
política”, dice, subrayando que existía “apatía” en la ciudadanía ante los
asuntos propios del gobierno y de los partidos.
Saldo
negativo
El balance del primer año del diálogo de México es “muy
negativo” y sus alcances han sido “muy discretos, por no decir que
inexistentes”, valora el analista y especialista en relaciones internacionales,
Luis Peche Arteaga. Su agenda era “bastante ambiciosa”, advierte.
“La mesa, en un principio, se abordaba con un panorama bastante
integral, que tenía que ver desde acuerdos sociales, pasando por garantías
políticas para el restablecimiento institucional del país, la justicia
transicional. Han sido muy pocos los avances”, dice Peche Arteaga.
Uno de los pocos logros recientes de esas conversaciones
informales es el ingreso y la activación del Programa Mundial de Alimentos en
Venezuela, apunta.
De cara al futuro, tampoco ve al chavismo apurado por volver a
México, más allá de la inestabilidad cambiaria de finales de agosto.
“No ven amenazas a lo interno a su permanencia en el poder.
Prioriza otras agendas, conversando con actores de forma aislada, sin entrar en
este mecanismo, porque consigue algunos acuerdos parciales o ciertas
validaciones a su actuación como gobierno” de parte de actores locales y
foráneos, dice el experto en relaciones internacionales.
Observa además que la oposición tampoco parece tener una
alternativa a la negociación, congelada desde hace 10 meses ya. Su reto es inminente, opina.
“¿Cómo mostrar una alternativa a ese proceso de negociación, que
sea creíble y que amenace la permanencia del chavismo en el poder y que haga
que la mejor alternativa para las partes sea volver a la mesa?”, se pregunta.
Rodríguez Linárez, por su parte, cree que la urgencia de volver
a negociar recae más sobre los hombros de la oposición que del chavismo.
A su juicio, son los partidos opositores quienes están “en stand by (espera)”
mientras el gobierno propicia acercamientos con actores y gobiernos, incluso con
Estados Unidos, al margen del diálogo formal de México.
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