PETRO GANÓ POR FRANCIA: APORTÓ 800 MIL VOTOS
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La euforia del triunfo: Márquez aportó a Petro los 800 mil votos de la victoria....
► LÓPEZ
OBRADOR CALIFICA DE "HISTÓRICO" EL TRIUNFO DE PETRO
► “MIS MÁS FRATERNALES FELICITACIONES”: CUBA
A PETRO
► EE.UU. DESEA "ESTRECHAR" LA RELACIÓN CON
PETRO EN COLOMBIA
GustavoAzocar A - Lo
vieron vestido como guerrillero. Lo vieron recibiendo dinero sucio. Lo vieron
dirigiendo un laboratorio de guerra sucia contra sus adversarios. Lo vieron
rodeado de la peor cloaca putrefacta de la política colombiana. Y aún así
votaron por él? Ahora cálenselo y no se quejen!!!
Leopoldo Castillo - Las
elecciones en Colombia son vitales para Venezuela en lo politico, económico y
es donde se encuentra viviendo la mayor población del exilio venezolano.
Ori Rivas - Insisto,
ningún país aprende por experiencia ajena. En Perú celebraron cuando ganó
Castillo y a los pocos meses se arrepintieron, en Chile lo mismo con Boric.
Colombia será mucho peor al ser frontera con el país que más está sumido en el
socialismo luego de Cuba
Enrique Aristeguieta - Ganar
unas elecciones no significa necesariamente tener la razón, ni que se van a
hacer bien las cosas. Hitler las ganó en Alemania y Chávez en Vzla., y acabaron
con sus respectivos países.
David Morán Conocemos
el libreto: - En nombre de la "justicia social" pronto llegarán los
esclavos sanitarios cubanos a Colombia - Lo pueden anotar
Maduro
no cabe de la dicha: así felicitó al presidente electo Petro
El líder del régimen venezolano también celebró el
triunfo de Francia Márquez, nueva vicepresidenta de Colombia.
Maduro: “Felicito a Gustavo Petro y a Francia Márquez por
la histórica victoria en las elecciones presidenciales en Colombia. Se escuchó
la voluntad del pueblo colombiano, que salió a defender el camino de la
democracia y la paz. Nuevos tiempos se avizoran para este hermano país”, dijo.
Manifestó que estos resultados electorales se deben
gracias al pronunciamiento del pueblo “que salió a defender el camino de la
democracia y la paz”.
“Mis
más fraternales felicitaciones”: presidente de Cuba a Petro
Miguel Díaz Canel a través de redes sociales expresó; “Mis
más fraternales felicitaciones”, calificando el triunfo de Petro Urrego como
una “histórica victoria popular”.
Manifestó desde ya su voluntad por trabajar en el
afianzamiento de las relaciones bilaterales, manifestando que dicho
acercamiento irá en pro del “bienestar de los pueblos”.
También se han sumado otros desde centro-América, como la
presidente de Honduras, Xiomara Castro
de Zelaya, otro de los gobiernos considerados ‘de izquierda’, quien afirmó
desde Tegucigalpa su beneplácito con la decisión de los colombianos.
Francia Márquez y el asalto al poder de "Los Nadies"
INÉS SANTAEULALIA – El
País
:- Un hombre habla detrás de otro sobre la tarima sin que nadie les preste
atención. La multitud que llena la plaza central de Santander de Quilichao, en
el departamento colombiano del Cauca, ve ponerse el sol distraída. No han
venido a verlos a ellos.
El humor cambia de repente. La protagonista ha trepado al
escenario. El público ruge. “¡Viva Francia Márquez, carajo! ¡El pueblo no se
rinde, carajo!”. Ella sonríe sin enseñar los dientes, con su vestido
amarillo, con su bolso tejido colgando del hombro. Cuando empieza a hablar,
la atmósfera ya es completamente otra:
—Dicen que los hombres no abortan, pero yo digo que sí.
En Colombia abortan cada vez que dejan a sus hijos. ¡Abortan de su
responsabilidad de padres!
En el escenario se ve alguna cara de póker. La multitud
estalla en aplausos. Ella no cambia el gesto. Es una mujer negra de 40 años que
de niña quería casarse con un hombre blanco. Que dejó su casa amenazada de
muerte por defender su tierra, que tuvo dos hijos sola porque sus padres
desaparecieron, que limpió las casas de otros para comer. Una colombiana que
nunca imaginó estar ahí arriba. Que ha pasado miedo la mitad de su vida. Que
fue madre con 16 años. Por eso ahora dice lo que le da gana. Como le da la
gana.
—Yo no pedí estar en política. Pero la política se metió
conmigo y ahora nosotros nos estamos metiendo con ella. A ustedes no les
pagaron para estar ahí, ustedes vinieron porque quisieron. Aquí tienen a su
hija y aquí tienen a su vicepresidenta.
Francia Márquez ha roto todos los esquemas del poder en
Colombia. Hoy está cerca de ser la primera mujer negra vicepresidenta. No solo
eso, una mujer afro de izquierdas en un país donde la izquierda nunca ha
gobernado. Un puesto que se ganó ella sola cuando en marzo fue la tercera
candidata más votada de las primarias de todas las coaliciones que se
presentan a las elecciones.
Obtuvo casi 800.000 votos. El resultado forzó a Gustavo
Petro, el candidato con más opciones para ser el próximo presidente, a
ponerla como número
dos. No es un secreto que no eran esos sus planes. Sus relaciones no
han sido nunca fáciles. Pero aquí está.
“Nosotras
votamos por Francia”
Si Petro le hubiera cerrado la puerta, Lina Alegría no
votaría por él el próximo domingo. Porque los caucanos nunca le han importado a
nadie, dice. Y las caucanas, menos. “Los hombres alternativos han sido igual de
machistas que los de la derecha. Ella representa a las mujeres, a su
territorio. Eso le da a Petro. Nosotras votamos por Francia”, dice la joven.
Tiene 21 años y pertenece a un grupo feminista llamado
Insurrectas. Creado aquí, en el Pacífico colombiano, en el departamento
más castigado por la violencia, asolado por la pobreza, usado como
narcocorredor, explotado como maná de la minería ilegal. Una cuna de miseria
donde el Estado es un desaparecido más que sumar a los miles de hijos que
buscan en las veredas miles de madres. Mujeres como las que esta mañana se han
ahuecado los rizos, se han vestido de colores chillones y esperan bajo una
carpa y un sol de estufa a la que ven no solo como una mujer negra, sino como
“su esperanza de una vida digna”. Quizás la primera esperanza con la que se han
topado hasta ahora. Alguien a quien entienden cuando les dice:
—Es doloroso tener que parir un hijo, amamantarlo y tener
que enterrarlo. Porque se lo lleva un grupo, porque lo asesinan, porque lo
desaparecen. ¡Vamos a dejar de ponerles los muertos!
Márquez ha viajado este fin de semana a su región, aunque
para ella hay territorios vedados. No puede acercarse a La Toma, su comunidad
en la vereda Yolombó, en Suárez, donde nació hace cuatro décadas. Las amenazas
de muerte la obligaron a desplazarse en 2014, con sus dos niños pequeños,
convertida ya en una líder social capaz de enfrentarse a los empresarios
mineros. Su figura no ha dejado de crecer desde entonces, las amenazas tampoco.
Las mujeres que la esperan en Santander, unas 200, mezclan temor y emoción ante
la llegada de la activista a la que consideran un milagro. “La seguridad no
está muy bien por aquí, ¿sabe? Pero entre todas la protegemos”, sonríe Yisel
Carabali, con un espectacular vestido colorido y una historia terrorífica
detrás. Carabali no había vuelto a pisar su territorio hasta hoy, después de
salir desplazada el pasado diciembre por las amenazas que ya se cobraron la
vida de su hermano. Es una médica ancestral, “una mal llamada bruja”, dice
entre carcajadas antes de ponerse seria: “A mí me matan, pero yo no me voy con
ningún grupo”.
Los únicos hombres que se ven esta mañana, aunque se
cuentan por decenas, tratarán de pasar desapercibidos. El día no va con ellos.
Forman parte del enorme esquema de protección con el que se mueve la candidata.
Soldados del Ejército con armas largas, policías con pistolas y la guardia
indígena y cimarrona con bastones de madera, símbolo de su autoridad en estos
territorios. Un agente de policía con un pesado escudo se pega a Francia cuando
baja del coche, uno de los siete vehículos que la acompañan. Los demás hombres
le hacen un pasillo para protegerla mientras las mujeres cantan y bailan, hay
un fuerte olor a incienso.
—De la resistencia al poder hasta que la dignidad sea
costumbre, arranca Francia.
Su discurso directo, crítico y afilado conecta tanto aquí
como chirría en otras partes del país. La irrupción de su figura en política
generó una oleada de críticas. En un país profundamente centralista como
Colombia llegar al poder desde fuera de Bogotá es difícil, para hacerlo desde
el Cauca hay que doblegar la inercia. La mayoría de sus críticos señalan su
“escasa preparación”, otros pocos, los más ruidosos, agitan el racismo. Una
cantante se refirió a ella como King Kong, a lo que Márquez respondió
enviándole “un abrazo ancestral para que se sane”. El periodista Daniel Samper
Pizano escribió sobre ella: “La admiro como mujer valiente, lideresa popular,
defensora ambiental y luchadora capaz de superar los obstáculos que tiende
Colombia a los negros, a los pobres y a las mujeres. Su vida y su lucha son
ejemplos estimulantes. Garantizan buena fe, honorabilidad y coraje, mas no
preparación, experiencia ni sabiduría. Pero no sirven para manejar una nación.
Con eso solo no se gobierna. Y menos un país tan complicado como Colombia”.
—Esos mensajes de ‘usted no sabe, usted no entiende’...
Ustedes no son mis papás. No estamos pidiendo permiso. Ustedes escribieron la
historia y ahora tenemos la oportunidad de poner los cimientos de una nueva que
permita a nuestros hijos habitar un mejor lugar.
Márquez estudió Derecho en Cali para dotar de discurso y
conocimiento a su lucha como activista ambiental. “Tardé siete años; no porque
no tuviera la capacidad, era porque no tenía los recursos”. En 2018 ganó
el Goldman
Environmental Prize, el premio más prestigioso para un ambientalista. Y dos
años después anunció su deseo de ser presidenta de Colombia. Una intención que
permanece intacta y que se cuela a veces en sus discursos como de forma
inconsciente. “Presidenta también, pero primero vicepresidenta”, concede
entonces mientras se parte de risa.
La
Cali de Márquez
De Santander de Quilichao a Cali hay una hora y media en
carretera. Fue el camino que hizo Márquez cuando huyó una noche con sus hijos
para salvar su vida. La comuna 21 de la capital mundial de la salsa se
convirtió en segunda casa. Y aquí, donde los taxistas alertan a los visitantes
de que es una zona peligrosa, la candidata aterriza el domingo entre cientos de
personas que la esperan desde hace horas, viendo pasar por el escenario grupos
de música y bailarines. “¿Listos pa vivir sabroso?”, los saluda.
—Aquí los políticos vienen a comprar la conciencia de
nosotros. Pero yo no tengo que venir porque vivo aquí, esta es mi segunda casa.
“¡Esta es tu casa, Francia!”, grita la multitud. Cali se
convirtió el año pasado en el epicentro
de las multitudinarias protestas que sacaron a miles de personas a las
calles de todo el país. Los paros congelaron la tercera ciudad de Colombia
durante más de dos meses en los que los enfrentamientos entre manifestantes,
vecinos y fuerzas del orden se cobraron la vida de más de 40 personas, la
mayoría jóvenes. En medio de las trincheras que blindaron el barrio caleño de
Siloé, un territorio al que ni la policía ni el Ejército entró durante semanas,
Márquez se adentró para charlar con los jóvenes sin sus escoltas. “Aquí los
tendría que defender yo a ellos”, explicó.
En esa Cali, la candidata anima a llevar la “resistencia
a las urnas” el próximo domingo. Fue ahí donde una joven Márquez trabajó
limpiando casas. Ese es el recuerdo al que más recurre cuando habla en público,
el más gráfico. El que le sirve para conectar con los que la escuchan aquí y el
que usa para incomodar a los que la oyen en Bogotá.
—Nos dijeron que la política no era para nosotras, que el
lugar nuestro como mujeres negras era como empleadas domésticas. Poniéndoles
lindas sus casas, criándoles a sus hijos. Para volver aquí para enterrar a los
nuestros. Hay que romper esas cadenas de opresión.
Este domingo, Petro y Márquez triunfaron en las
elecciones colombianas. Él, un hombre que lleva toda la vida en política; ella,
una recién llegada que llena las plazas. Su relación no ha sido fácil, pero han
encontrado cómo complementarse. Se vienen bien el uno al otro. Márquez
reconcilia a Petro con las mujeres, con
el feminismo en el que tanto ha patinado el candidato. Lo acerca al
Cauca, al Valle, al Chocó y a las regiones donde vive mayoritariamente la
población afro. Petro impulsa a Francia con sus nichos de votantes. Ella está
subida a esa ola como un primer asalto. Luego aspira a todo por su cuenta. - El
Pais.es
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