PETRO EN SU KILO DE ESTOPA
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Maduro ya tiene a su petro. ¿Petro tendrá a Maduro?
►
PETRO, ENTRE MADURO Y GUAIDÓ
►
FRANCIA PROMETIÓ: “NO VAMOS A EXPROPIAR A NADIE”
El futuro de las relaciones con EE UU, Venezuela y Nicaragua
El Tiempo - Además de los seguidores de Gustavo Petro, la izquierda latinoamericana también celebra.
Se abre la posibilidad de un nuevo capítulo de un proyecto ideológico
que se ha tomado su tiempo para desarrollarse, sin apuro, pero constante. Así,
Colombia podría convertirse en ese vital aliado que tanto hacía falta.
Cercano a Estados
Unidos (EE UU), Colombia había tomado el camino de la enemistad y crítica al
menos con Venezuela y Nicaragua.
Ambos países son
parte de los retos que tendrá que afrontar Petro a partir del 7 de agosto
cuando se haga inquilino de la Casa de Nariño junto a su fórmula Francia
Márquez.
Además de la
necesidad de tomar una decisión sobre el rol del opositor venezolano Juan
Guaidó y de los funcionarios que se desempeñan en Bogotá como representantes diplomáticos
del gobierno interino.
Relaciones con Venezuela y Nicaragua
En el caso de
Nicaragua, Petro ha cuestionado el desenvolvimiento de Daniel Ortega. Sin
embargo, encima tiene otro problema y es la resolución de la controversia
marítima por el archipiélago de San Andrés.
Aunque la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) falló a favor de Nicaragua, la disputa no se
resuelve.
“Felicito a Gustavo
Petro y a Francia Márquez por la histórica victoria”, escribió Maduro en su
Twitter, agregando que “nuevos tiempos se avizoran para este hermano país”. La
cancillería a través de un comunicado invitó a construir relaciones.
Por su parte, Daniel
Ortega también extendió en una carta las felicitaciones al líder del Pacto
Histórico mientras que la oposición de ese país pidió que Colombia mantenga la
posición de crítica frente al gobierno nicaragüense.
“La victoria de Petro
abre sin la menor duda un cambio radical en la política exterior de Colombia”,
así lo cree el politólogo y experto en Desarrollo Regional, Daniel Arias.
“En el caso de
Nicaragua puede haber la posibilidad de una prenegociación con la situación de
San Andrés que ha generado problemas diplomáticos y de seguridad estratégica”,
explica el analista a EL TIEMPO.
Arias asegura que en
el caso venezolano, la conexión puede derivar en alianzas impulsadas por la
izquierda para tomar acciones como dejar a un lado la unión con la Organización
del Tratado del Atlántico Norte (Otan) con la idea de buscar el quiebre de esas
políticas de relación con EE UU.
“Tal vez haya una
incorporación a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América
(Alba)”, afirma Arias, agregando que esto significaría un golpe a la
Organización de Estados Americanos (OEA) “y en fin una manera para buscar el
esquema de la izquierda esperando la victoria de Lula en Brasil, en conjunto
con México para tratar de eliminar la OEA”.
Los analistas
coinciden en que ese retorno de relaciones con Venezuela es inevitable. Si bien
en la campaña Gustavo Petro fijó diferencias hacia la forma de gobernar de
Nicolás Maduro, no es menos cierto que ideológicamente y en virtud de las
alianzas de la izquierda latinoamericana es muy probable que el
restablecimiento se vaya dando de manera paulatina.
Sobre todo porque hay
una necesidad: “En el caso de Venezuela, la difícil situación humanitaria, en
el caso de Colombia porque necesita reactivar el aparato productivo que siempre
se ha beneficiado de la relación comercial”, explica Jesús Yánez, analista de
entorno político y exdiputado venezolano.
Con Yánez coincide el
internacionalista y diplomático Jesús Mazzei. Solo en la frontera, las pérdidas
económicas son considerables, en el mejor momento el comercio generó ingresos
de unos 7’200.000.000 de dólares, pero todo “dependerá de quién va a dirigir la
cancillería. Nunca se debió llegar a esta suspensión constreñida de las
relaciones”.
El panorama con EE. UU.
Ahora bien, ¿cómo
queda la relación Colombia- Estados Unidos? Para Michael Weiner, asociado
senior de la consultora estadounidense Albright Stonebridge Group (ASG), la
relación bilateral tiene unas bases fuertes. “Colombia seguirá siendo un socio
estratégico clave de los EE UU en la región”, dijo.
Weiner aseguró que
así como Petro ha sido un crítico de los enfoques adoptados por ambos países en
materia de seguridad y lucha contra el crimen organizado. ”Su victoria
requerirá un enfoque diferente a estos esfuerzos por parte de los EE UU. Es
probable que una administración Petro revise políticas como la extradición y la
erradicación de la coca en las zonas rurales”, enfatizó.
Si bien la normalización de las relaciones diplomáticas con Venezuela podría llevar a una mayor tensión con Estados Unidos, particularmente en cuestiones relacionadas con la colaboración en materia de seguridad -explica Weiner- la administración Biden ha reconocido la necesidad de ser más flexible y pragmática con su enfoque hacia Venezuela, y Petro no es el primer líder recientemente elegido en la región en adoptar una postura complaciente con Venezuela.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones



Comentarios
Publicar un comentario