ALEX Y LOS SECRETOS ‘MÁS SUCIOS’
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- ‘EL POLLO’ LO SABE TODO DEL NARCOTRÁFICO
- EL EXTRAÑO PASAPORTE DE ÁLEX
SAAB
- ANTES Y DESPUÉS DE ALEX SAAB – Miguel Henrique Otero
INFOBAE– “Las extradiciones de Alex Saab, Hugo “El Pollo” Carvajal y Claudia Díaz enfrentan a la dictadura chavista con su peor pesadilla: la revelación de sus secretos más sucios: Narcotráfico, lavado de dinero, financiación de políticos en todo el continente, brutales torturas y asesinatos…
EL EXTRAÑO PASAPORTE DE ÁLEX
SAAB
Entre
los muchos misterios de la vida de Álex Saab hay un episodio muy extraño que
apenas se conoce. El barranquillero había llamado la atención de la Interpol en
Viena en 2019. Esa oficina había enviado un reporte a Colombia sobre su paso
por Austria. En la comunicación, la Interpol cuenta que en ese país fue
recibido por una mujer ucraniana llamada Pogibko Maryna. Y que al ser
interrogado, Saab contestó que estaba de paso en el aeropuerto de Linz y que
volvería en su avión privado a Venezuela. Hasta ahí nada era muy sospechoso.
Sin embargo, Saab sacó su pasaporte que lo mostraba no como un ciudadano
colombiano, sino de la isla caribeña de Antigua y Barbuda.
Carlos Ramirez López - Rafael Correa siendo presidente de Ecuador y otras de sus autoridades se repartieron dos mil millones de dólares del lavado de dinero robado a Venezuela por Alex Saab con exportaciones ficticias denuncia diputado ecuatoriano quien trasladará las pruebas al Fiscal de Florida. Para ver el VIDEO
‘EL
POLLO’ LO SABE TODO DEL NARCOTRÁFICO - Como dice Ibéyise Pacheco, la única periodista que habló con El Pollo en
Madrid hace dos años cuando declaró su apoyo a Juan Guaidó y salió de
Venezuela,
«Entre El
Pollo y Saab tienen el esquema completo de la ingeniería financiera
del chavismo». Estuvo a cargo de la dirección de la Inteligencia Militar entre julio
de 2004 y diciembre de 2011, y de nuevo de abril de 2013 hasta enero de 2014.
Antes y después de Alex Saab
Miguel Henrique Otero – El Nacional - En Radio Nacional de Venezuela, en Venezolana de
Televisión y en decenas y decenas de emisoras distribuidas por el territorio
nacional, todas propiedad o bajo el control del régimen, durante meses, en
numerosos programas –muchos de ellos conducidos por fanáticos, enchufados e
ignorantes– estuvieron repitiendo, sin cesar, una secuencia de
mentiras:
1. Que Alex Saab es un luchador político
revolucionario.
2. Que ejercía funciones diplomáticas a favor de
Venezuela.
3. Que había sido secuestrado por el imperialismo
norteamericano y que su detención estaba asociada al bloqueo y la
guerra económica.
4. Que se le pretendía castigar por su condición de
revolucionario y por su compromiso con Venezuela y “con el legado del
comandante eterno, Hugo Chávez Frías”.
5. Que la presión internacional, la
solidaridad de los pueblos del mundo, haría posible su pronta liberación.
Todavía más: un vocero del PSUV dijo en junio
que ya tenían preparado “el acto del pueblo”, con el que lo
recibirían a su regreso a Venezuela, puesto que la liberación era
“inminente”.
Cada uno de los eslabones de esta cadena de afirmaciones es
absolutamente falso.
Alex Saab no es más que un delincuente. Un delincuente
múltiple. La lista de delitos de los que se le acusa –conspiración para
delinquir; enriquecimiento ilícito; lavado de activos y de dinero
proveniente del narcotráfico; creación de empresas fantasmas en varios
países; adjudicación fraudulenta de contratos oficiales de
Venezuela; operaciones de corrupción como contratista de la Misión
Vivienda y de los CLAP; desfalco a través del mecanismo cambiario Cadivi; y
mucho más– no deja lugar a dudas.
Luisa Ortega Díaz ha señalado que Saab ha operado como testaferro de
Maduro.
Y todavía hay que añadir algo más, muy relevante: que algunos de estos
delitos, particularmente los relacionados con la importación de alimentos, han
tenido consecuencias terribles para la salud y han contribuido al
deterioro nutricional de la población venezolana que dependía y
depende de esas bolsas de alimentos para sobrebivir.
En varios de estos artículos publicados en 2019 y 2020
me he referido a las denuncias, que no han encontrado respuesta
alguna en el poder, que muestran cómo en las bolsas se han
entregado alimentos de la peor calidad, caducados, contaminados y hasta
con insectos.
Un porcentaje de los alimentos distribuidos, asunto que no guarda
interés alguno para el fiscal del régimen, no tenía las condiciones mínimas
necesarias para ser utilizados por seres humanos, pero eso no importó: fueron
repartidos entre cientos de miles de familias en situación de hambre.
La extradición de Saab constituye un hito, por muchas razones.
La primera de ellas, por el fracaso que representa para la estrategia del régimen, que intentó politizar la imagen de Saab, disfrazarlo de revolucionario y, a partir de construirle un falsa biografía, presentarlo, dentro y fuera de Venezuela, como un preso político, como un diplomático en funciones que había sido injustamente apresado.
Alex Saab, en la cárcel de Miami para la audiencia de presentación - InfobaeEl régimen invirtió, no solo en abogados, sino en campañas publicitarias y en activismo por redes sociales, para construir el mito del luchador social, pero todo esto fue en vano. Gastaron dinero en franelas, folletos, publicidad y en unos actos pobrísimos, a los que asistieron muy pocas personas, la mayoría obligados por sus vínculos de dependencia del régimen. Hasta lograron que unos diputados, supuestos opositores, viajaran y emitieran correspondencias en las que certificaban la buena conducta del delincuente.
Y este es justamente el meollo al que quiero referirme: el caso Saab
demuestra que el chavismo-madurismo perdió la capacidad de construir héroes, y
que no importa cuántos recursos inviertan, de aquí en adelante no serán
escuchados porque la inmensa mayoría reconoce en toda esa operación el tufillo
de la falsedad, y cuando digo la mayoría, incluyo en ello a lo que queda del
PSUV, cada vez menos dispuesto a servir de relleno de políticas que se
proponen ocultar o legitimar a los corruptos.
Lo otro que ha cambiado tras el inicio del proceso legal a Saab en
Estados Unidos es la perspectiva de oportunistas y enchufados, que apostaban a
que Saab no sería nunca extraditado, lo que mantendría despejado el terreno
para continuar evadiendo las sanciones y continuar con la práctica de realizar
negocios ilícitos con el régimen, que tienen el atractivo de producir inmensas
ganancias en períodos de tiempo muy cortos, bajo supuestas garantías de
impunidad. Esas promesas se han derrumbado y los proveedores de alimentos
podridos, próximos a su vencimiento y a precios de escándalo, es decir,
los aspirantes a disputar el monopolio que mantenía Alex Saab, están pidiendo
condiciones que el régimen no puede garantizarles.
Cualquier lector puede recapitular y preguntarse: ¿qué explica la
desaforada, grotesca y, en el fondo, patética campaña del régimen por liberar y
limpiar el expediente internacional de Alex Saab?
¿Por qué tantos esfuerzos, diplomacia, dinero y tiempo invertido? Básicamente por una razón: no están cien por ciento seguros de que el preso guardará silencio. Saben que Saab, a fin de cuentas, no es un revolucionario, un hombre de sacrificios, sino un gestor inescrupuloso, dispuesto a todo. Y es que si Saab habla, lo que saldría de su confesión sería nada menos que el más grande desfalco cometido en la historia, teniendo como palanca el hambre de millones de personas. Y que, junto con Saab, el resto de sus socios tendrían que ocupar un lugar en unas celdas muy próximas a las suyas.
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