EL MUNDO QUE NOS DEJAN…
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- CAMBIO CLIMÁTICO Y PANDEMIA: EL CASO
VENEZOLANO
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LA HUMANIDAD EN LA ENCRUCIJADA - BBVA ...
- LA ESCASEZ DE AGUA ESTÁ PROVOCANDO CADA VEZ MÁS GUERRAS
CNN:- Venezuela tiene una de las mayores reservas de petróleo del mundo, pero por el colapso de la industria, el derrumbe de la economía y las sanciones de Estados Unidos, el país ha puesto la mira en otro preciado recurso: el oro.
Mientras el pueblo venezolano lucha con
la escasez alimentaria y los cortes de electricidad programados, unos pocos se
llenan los bolsillos:
Nicolás Maduro y su red de amigotes.
Isa Soares de CNN logró acceder en exclusiva a algunas de estas minas ilegales
en la profundidad de la selva amazónica y sigue el turbio camino del oro que ha
mantenido en el poder al asediado presidente
CNN contactó tanto al Gobierno de
Venezuela, al Banco Central de Venezuela y el gobierno de Turquía pero no ha
recibido respuesta. - 22 ago. 2019
Este es el mundo que nos dejan los adultos
Greta Thunberg, Adriana Calderón, Farzana Faruk Jhumu y Eric Njuguna - NYTimes - Recientemente, algunos de los principales científicos del cambio climático del mundo confirmaron que los seres humanos están provocando cambios irreversibles en nuestro planeta y que las condiciones meteorológicas extremas serán cada vez más graves. El secretario general de las Naciones Unidas dijo que esta noticia es una “señal de alarma para la humanidad”.
Lo es, pero los
jóvenes como nosotros llevamos años haciendo sonar esta alarma. Solo que no nos
habían escuchado.
El 20 de agosto de
2018, una niña organizó una protesta solitaria frente al Parlamento sueco, en
la que esperaba quedarse tres semanas. La semana pasada se cumplieron tres años
de la huelga de Greta Thunberg. Incluso antes, jóvenes valientes de todo el
mundo alzaron la voz sobre la crisis climática en sus comunidades. Y hoy, millones de niños y jóvenes se han
unido en un movimiento con una sola voz para exigir que los responsables
de la toma de decisiones hagan el trabajo necesario para salvar a nuestro
planeta de las olas de calor sin precedentes, las inundaciones masivas y los
vastos incendios forestales que estamos presenciando cada vez más. Nuestra
protesta no terminará hasta que la inacción lo haga.
Para los niños y
los jóvenes, el cambio climático es la mayor amenaza para nuestro futuro.
Nosotros somos los que tendremos que limpiar el desastre ocasionado por los
adultos, y somos los que tenemos más probabilidades de sufrir ahora. Los niños son más vulnerables que los
adultos a los peligrosos fenómenos meteorológicos, las enfermedades y otros
daños ocasionados por el cambio climático, razón por la cual un nuevo análisis que la Unicef
dio a conocer este mes es tan importante.
El Índice de
Riesgo Climático de la Infancia ofrece el primer panorama exhaustivo sobre
dónde y cómo afecta esta crisis a los niños. Clasifica a los países en función
de la exposición de los niños a las crisis climáticas y medioambientales, así
como de su vulnerabilidad subyacente a esas crisis.
El informe concluye
que casi todos los niños del planeta están expuestos al menos a un peligro
climático o medioambiental en este momento.
Este es el mundo que nos han dejado. Pero aún estamos
a tiempo de cambiar nuestro futuro climático. En todo el mundo, nuestro
movimiento de jóvenes activistas sigue creciendo.
En Bangladés, Tahsin Uddin, de
23 años, fue testigo de los impactos del cambio climático en su
poblado y otras áreas costeras, y se sintió motivado a actuar. A Uddin le
apasiona la educación climática y creó una red de jóvenes periodistas y
educadores para difundir la concientización, mientras también organiza
actividades de limpieza de las vías navegables plagadas de contaminación de desperdicios
plásticos.
En Filipinas, Mitzi Jonelle Tan, de 23 años, tuvo que hacer la tarea a la luz de las velas
mientras afuera los tifones causaban estragos y acababan con la red eléctrica
de su comunidad. Nos contó que hubo momentos en los que temió ahogarse en su
propia habitación cuando comenzó a entrar agua. Ahora lidera a los jóvenes de
su país para responder a las consecuencias de esos tifones y otros peligros
mediante el reparto de alimentos, agua, ropa y apoyo a las comunidades más
afectadas.
En Zimbabue,
a Nkosi Nyathi, de 18 años, le preocupa que se desate
una crisis alimentaria si los patrones climáticos continúan. Las olas de calor
han hecho que la escuela sea un desafío para él y sus compañeros. Ahora se
dirige a los líderes mundiales para exigir la inclusión de los jóvenes en las
decisiones que afectan su futuro.
El objetivo
fundamental de los adultos de cualquier sociedad es proteger a sus jóvenes y
hacer todo lo posible para dejar un mundo mejor del que heredaron. La actual
generación de adultos, y las anteriores, están fracasando a escala mundial.
El Índice de Riesgo
Climático de la Infancia revela una inquietante desigualdad mundial en lo que
respecta a los peores efectos del cambio climático. Treinta y tres países,
entre los que se encuentran la República Centroafricana, Chad, Nigeria y
Guinea, se consideran de muy alto riesgo para la infancia, pero, en conjunto,
esos países solo emiten el nueve por ciento de las emisiones mundiales de
dióxido de carbono. Los diez países con mayores emisiones, entre los que se
encuentran China, Estados Unidos, Rusia y Japón, representan en conjunto casi
el 70 por ciento de las emisiones mundiales. Y los niños de esos países con
mayores emisiones corren menos riesgos: solo uno de estos países, India, está
clasificado como de riesgo extremadamente alto en el informe de la Unicef.
Muchos de los
países de mayor riesgo son naciones más pobres del sur global, y es allí donde
la gente se verá más afectada, a pesar de ser los que menos contribuyen al
problema. No permitiremos que los países industrializados eludan su
responsabilidad por el sufrimiento de los niños en otras partes del mundo. Los
gobiernos, la industria y el resto de la comunidad internacional deben trabajar
juntos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, tal como 195
naciones se comprometieron a hacerlo conforme al Acuerdo de París, sobre el
cambio climático, en 2015.
Faltan menos de 100
días para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático,
también conocida como COP26, en Glasgow. Los científicos
climáticos del mundo han dejado claro que este es el momento: debemos actuar
con urgencia para evitar las peores consecuencias posibles. Los jóvenes del mundo están del
lado de los científicos y seguirán haciendo sonar la alarma.
Estamos en una
crisis de crisis. Una crisis de contaminación. Una crisis climática. Una crisis
de los derechos de los niños. No permitiremos que el mundo ignore la situación.
-
Los autores son jóvenes activistas climáticos de Suecia, México, Bangladés y
Kenia, que trabajan con Fridays For Future, un movimiento internacional dirigido
por jóvenes.
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